Un problema muy frecuente en el comportamiento del
perro es el de pedir mientras los dueños comen. La intensidad de esta actitud pedigüeña varía mucho de unos animales a otros, pero en general tiene fácil solución.
Empezaremos diciendo que es un comportamiento
aprendido y que somos nosotros, los dueños, los que se lo hemos enseñado. Y es
que a la mayoría nos encanta darles de nuestra comida: mientras comemos, si nos
hemos preparado un bocata, si estamos picoteando un poquito… siempre le cae
algo al perro. Pronto aprenden que cuando estamos comiendo interesa estar a
nuestro alrededor.
- ¡Vamos, vamos, que se ponen a comer! Cojamos posiciones. - Ok, ponte tú al lado de la niña, yo del padre. Son los que más dan. |
A partir de aquí, la intensidad con la que piden es muy variable y depende de varios factores. Podemos hablar de factores internos, o sea, de la propia idiosincrasia del perro: los hay más nerviosos, excitables, obsesionados con la comida… Aunque estas características muchas veces dependen también de experiencias anteriores.
Y hay factores externos que, en general, se deben al
“cuidado que hayamos puesto los dueños en enseñarles”. Si el refuerzo (es
decir, la comida que le doy mientras como) es constante y frecuente, el perro
pedirá constantemente. Si el refuerzo es intermitente pedirá también, incluso
con más paciencia y perseverancia. Si el refuerzo lo hemos dado cuando el perro
había incrementado la intensidad, ésta irá aumentando cada vez más hasta convertirse
en un comportamiento desagradable para cualquiera (visita esta entrada para más
información).
Prevención:
Si tienes un cachorrito y todavía no ha empezado a
pedirte es muy fácil. NO le des comida mientras estés comiendo. Así te aseguro
que nunca te pedirá.
Utiliza también las técnicas que se cuentan a continuación y le enseñarás qué hacer mientras tú comes tranquilamente.
Utiliza también las técnicas que se cuentan a continuación y le enseñarás qué hacer mientras tú comes tranquilamente.
Tratamiento:
Para empezar puedes ponerle su comida antes de que comencéis
a comer vosotros. Que tenga el estómago lleno ayuda a que pida menos. Inciso:
Si esta medida te parece inadecuada porque piensas que desequilibra la
jerarquía de la manada o esperas que mencione cómo y cuándo castigar al perro, te doy la bienvenida a este blog de educación en positivo, y te recomiendo que le eches un vistazo a esta entrada. Luego sigue leyendo.
Una vez en faena, lo principal es ignorar los
comportamientos pedigüeños, ya no se le dará más comida en la mesa. Si sobra
algo y se lo queréis dar, me parece estupendo pero tendrá que ser en su plato,
desligando ese acto del de vuestra comida.
¡Qué guay! Ya llevo 3 trozos de queso y ¡no he tenido que hacer nada para conseguirlo! JiJiJi |
En casa utilizamos un sistema muy sencillo y eficaz. Los perros saben ir a su cama a una señal. Así que, durante un tiempo, cada vez que nos poníamos a comer les enviábamos a sus camas.
Al principio les íbamos echando comida (unos trozos de salchicha preparados para la ocasión) desde la mesa con cierta frecuencia. Si se levantaban no les caía nada.
Con el paso de los días se fueron dando cuenta que la comida llegaba pero solo cuando estaban en sus camas. Así que en poco tiempo los perros empezaron a ir a sus camas por sí mismos en cuanto veían que nos sentábamos a comer. Poco a poco fuimos bajando la frecuencia de premios hasta prácticamente eliminarlos. Esto hizo que se aburrieran esperándolos, de manera que acabaron por no prestarnos atención, echarse y dormirse. Ahora, de vez en cuando les cae algo, para mantener lo aprendido.
Jo, no me tiran nada... y el caso es que hace un ratito cayó un trozo de salchicha... igual si espero aquí otro poquito... ZZZzzzz |
Si tu perro no sabe ir a su cama a la señal, prueba llevarlo con un trocito de comida y dejarlo allí, intentando que no te siga cuando te alejes. Repítelo varias veces si es necesario, suelen llegar a entender lo que quieres, bueno, más bien que así consiguen comida. Si no funciona, también puedes colocar su cama al lado de la mesa en la que coméis, donde él se pone. Poco a poco, día a día, podéis ir alejándola hasta que quede donde siempre. El quid de la cuestión es que solo reciba comida cuando esté en su cama.
Cuando el comportamiento del perro es excesivo
(ladra insistentemente, se sube a la mesa, te da con la pata, te mordisquea…)
significa que
tendremos que ir más despacio y ayudarnos de más recursos. Ese perro necesita una educación global y
trabajar el adiestramiento de manera que el dueño pueda controlarlo. Mientras
tanto podemos cargarnos de paciencia y soportar todos esos comportamientos con
estoicidad, o poner al perro fuera de la habitación donde se come, con un
juguete lleno de comida, a la espera de que baje la intensidad de sus comportamientos
inadecuados y el manejo sea más sencillo.
Hola, yo salgo porque me porto bien y no pido comida. Un saludo! |
hahaha, toda la razón...desde que era pequeño Django, jamás le dimos en la mesa y ahora nunca pide =)
ResponderEliminarSolo se mantienen los comportamientos que se refuerzan... Un saludo, Estela.
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