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SALTAR PARA SALUDAR


Otro problema de comportamiento típico que se presenta en muchos cachorros, también en adultos, es ponerse a 2 patas saltando sobre las personas. La imagen es muy común en los recibimientos al llegar a casa. Otros perros, más sociables, saltan sobre cualquiera que se encuentran por la calle. 

Esto puede ser problemático porque no a todo el mundo le gustan los perros y porque no a todo el que le gustan los perros le gusta que le salten encima.

Solucionarlo es sencillo, si actuamos con paciencia y les enseñamos una alternativa más adecuada. Pero vayamos por partes, ¿de dónde viene este comportamiento?

Los cachorros lo utilizan de manera habitual. Cuando la madre vuelve de comer se abalanzan sobre ella y poniéndose a 2 patas lamen su boca para pedirle comida.

Esto se mantiene (también de adulto) en las relaciones con otros individuos, tanto para pedir comida como acto educado de saludo tranquilo y cordial.

¿Ahora entienden por qué su perro siempre atina a chuparle la boca? No es casualidad.

Así que nos encontramos ante un comportamiento normal y frecuente para un perro. Pero además esta forma de saludar es favorecida y recompensada por las personas que están a su alrededor, ya que se le suele corresponder con caricias, unas palabras amables o un trocito de lo que estamos comiendo. Incluso empujarle y gritarle puede ser considerado un refuerzo por el cachorro, que piensa que estamos jugando con él.

 

 
Al principio es estupendo, muy gracioso, entrañable. Pero cuando el cachorro crece y se hace enorme o cuando acaba de venir de la calle con las patas llenas de barro o cuando nos visita la cuñada con el niño de 2 años o cuando vamos con medias nuevas,… no nos hace tanta gracia que el perrito se suba, ¿verdad?





¿Cómo enseñarle?
Castigando los saltos no conseguiremos nada bueno: hacerle daño, meterle miedo, intensificar la conducta,… No suele funcionar y si lo conseguimos, ¿a qué precio? ¿Cuánto tarda en volver a hacerlo? ¿Y qué pasa si elige otro comportamiento para saludar que tampoco nos gusta: ladrar, subirse al sofá? ¿Más castigos? 

La mejor manera de solucionar este problema es enseñarle un comportamiento adecuado para saludar. No vamos a pasarnos la vida corrigiendo, vamos a indicarle qué comportamiento es el adecuado, o sea, con qué comportamiento debe saludarnos para que nosotros le correspondamos. Así el perro tendrá claro qué es lo que tiene que hacer cuando se encuentre en la situación.  

 
 
El comportamiento ideal para enseñarle es el "sentado". Ideal porque es totalmente incompatible con saltar. 


Así realizaremos un ejercicio muy sencillito. Elegiremos, para empezar, un momento del día en el que el cachorro esté más relajado. Lo llamamos y en cuanto se acerque le pedimos que se siente. Se sentará y le daremos un premio. Damos unos pasos, paramos y repetimos. Así muchas veces.

Primero en casa.

 
Lo complicamos un poquito. Nos vamos de la habitación unos segundos y entramos. El cachorro se nos acercará, le pedimos que se siente, se sienta, premio. Poco a poco, tardamos más en volver a la habitación, pero seguimos actuando igual ("sentado", se sienta, premio).
 
Este ejercicio es bueno repetirlo en todas las habitaciones de la casa, a distintas horas y todos los miembros de la familia.





Después, fuera de casa.


Cuando el perrito lo tenga bastante claro con los miembros de la familia, lo complicamos otro poquito. Traemos desconocidos (amigos, vecinos,…) a casa y repetimos el mismo ejercicio con ellos, varios días.




 
En cualquier momento del proceso de aprendizaje el cachorro puede excitarse y saltaros encima. Tened paciencia, es normal, todos nos equivocamos. Si esto ocurre volveos, ignoradlo completamente. En seguida valora la situación y vuelve a la senda del comportamiento adecuado... que es el que le asegura un premio.

 

¿Complicamos más? Hagámoslo en el portal de casa, después en la calle, después durante el paseo, después excitemos primero al cachorro,…




¿Más aún? Animémosle a que salte sobre nosotros. El cachorro se sorprenderá. Tal vez salte, en ese momento paráis en seco y miráis para otro lado. Parará. Volved a incitarle. En una de esas se sentará y lo premiaréis inmediatamente. De repente, vuestro perro ha aprendido que cuando lo incitan a saltar debe sentarse. Técnica infalible para evitar que el pesao de vuestro amigo, primo o vecino os boicotee lo enseñado.

Durante el tiempo que se le está enseñando es importante que no se produzca la conducta que queremos evitar. Por eso no dejéis que la gente se le acerque y haga lo que quiera con él. Explicad convenientemente cómo debe ser el contacto con vuestro cachorro. Recordad que luego no serán ellos los que tengan que educar un perrito mal acostumbrado.


Con los adultos el proceso es el mismo. El problema es que llevan tiempo haciéndolo "de otra manera" y les cuesta cambiar el ritual de saludo. Incluso notaréis que al principio se ponen más pesados (ver explosión de extinción).  

A veces parece que de un día para otro no hayan aprendido nada. Pero no os desaniméis, es normal que ocurra esto. Necesitarán más repeticiones para aprender el cambio. Con el adulto hay que ir más despacito, cada avance en el ejercicio debe ser después de tener muy claro el paso anterior.

Le costó aprenderlo, pero ¡lo consiguió!

Hay perros de tal tamaño y fuerza o con un comportamiento tan bruto u obsesivo que resulta difícil enseñarles. Generalmente se trata de perros muy nerviosos y con un grado de excitación alto. 

En estos casos conviene trabajar con el animal para bajar esa excitación antes de ponerse con el asunto concreto de los saludos excesivos. No obstante siempre hay momentos en los que el perro está más tranquilo y permite su manejo. 



 

Si tienes varios perros, enséñales uno a uno. Cuando lo tengas bastante avanzado podrás hacer ejercicios con todos a la vez.



Comentarios

  1. Me ha encantado esta explicación y voy a practicar. Tengo mucho que aprender. Gracias por compartir estos conocimientos.

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  2. Muchas gracias, seguiré añadiendo entradas de este tipo. Un saludo!

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