Una de las patologías más frecuentes en nuestros animales domésticos es la otitis, es decir la inflamación del conducto auditivo externo. O sea, que el tubito que lleva desde la oreja hasta el tímpano está inflamado. Es una de esas enfermedades que viene diagnosticada de casa: "doctor, a mi perro le pasa algo en la oreja, creo que tiene otitis".
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El picor produce continuo rascado de la zona. |
Esto es así porque se identifican fácilmente las molestias en esta zona. En los casos leves, el perro o gato se rasca más de la cuenta, sacude la cabeza y la inclina, a veces gime un poco cuando se rasca y, en general, se encuentra incómodo.
Cuando estos signos son ignorados el proceso se agrava, entonces, el interior de la oreja se encuentra enrojecido, la inclinación de cabeza o las sacudidas son más evidentes debido al dolor, hay una secreción pastosa y muy maloliente, el animal gime y se queja e, incluso, puede aparecer fiebre.
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El ladeado de cabeza es muy sugestivo de problemas en el oído del mismo lado. |
Para el veterinario se trata de una patología fácil de identificar, pero que requiere un protocolo diagnóstico estricto para evitar accidentes indeseables y que la otitis se vuelva a repetir.
Lo primero de todo es una exhaustiva exploración con el otoscopio. La exploración del oído puede ser difícil ya que al animal le molesta y no siempre se deja, por eso a veces hay que recurrir a la sedación para hacerla correctamente. El objetivo es detectar cuerpos extraños y comprobar que el tímpano no se encuentra afectado.
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Técnica para recoger una muestra de la secreción. |
Después se coge una muestra de la secreción, se tiñe y se mira al microscopio para identificar qué microorganismos hay involucrados.
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Malassezzia: Un tipo de hongo. |
El origen de estos problemas es muy variado. Incluso es bastante típico que coincidan varios agentes en una misma otitis. Se pueden dar infecciones, tanto de bacterias como de hongos. Parasitaciones, existen unos ácaros con predilección por los oídos. También, reacciones alérgicas y presencia de cuerpos extraños. En primavera y verano es muy típico que se metan espigas y otros trocitos de vegetales en los conductos auditivos de perros y gatos.
El tratamiento variará según el agente patógeno. No obstante, lo primero es una buena limpieza del conducto. En el caso de cuerpo extraño se extrae previamente con unas pinzas especiales. Una vez limpio y despejado, se trata con las gotas que las pruebas diagnósticas realizadas nos recomienden. Así no fallamos.
Muchos de vosotros tendréis un perro con otitis crónica, tal vez un cocker o un caniche. Algunos estaréis cansados de ir al veterinario una y otra vez y que no se solucione definitivamente el problema.
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Conducto auditivo. |
Si hacemos balance de lo que hemos visto resulta que nos encontramos con un tubo recubierto de piel con las secreciones propias de la piel y las propias del oído. Cerrado totalmente por un extremo al exterior y por el otro muchas veces ocluido por una oreja pendulante.
O sea, una piel húmeda, llena de pelos, en oscuridad total y sin posibilidad de aireación. El lugar ideal para que cualquier microoganismo prospere plácidamente.
Por todo ello, el punto fundamental en el tratamiento a medio y largo plazo de las otitis es la correcta higiene de los conductos auditivos. Si no se hace bien y con regularidad la otitis volverá. Pronto hablaremos de cómo realizar una adecuada limpieza auricular.
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Algunos se ayudan de la prevención de las otitis para justificar la amputación de las orejas. Semejante mutilación no tiene justificación alguna. |
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