![]() |
No puedes enseñar a tu perro a jugar al ajedrez pero sí puedes enseñarle a jugar con sus juguetes. |
Otro de los problemas de comportamiento más frecuente en casa con los
cachorros es que muerden y muerden todo lo que hay a su alcance. Es muy
variable de un cachorro a otro, pero suele haber algún destrozo siempre que
vive uno en casa.
El problema en sí no es grave, pero sí molesto. Y más si el cachorrín
tiene "puntería" y rompe algo especialmente valioso.
Generalmente, suele mejorar con el tiempo, conforme se hace mayor el
perro explora menos y consecuentemente mordisquea menos. Pero, como siempre,
hay excepciones que confirman la regla y también alguna raza especialmente
propensa a tener la boca siempre "ocupada" (los dueños de labradores
estarán ahora sonriendo).
Para solucionar este problema debemos antes aceptar 3 puntos
importantes:
1º. Los perros NECESITAN morder. No tienen manos, su boca es
el principal instrumento con el que conocen y se relacionan con el mundo.
![]() |
Cualquier cosa es buena para jugar. |
2º. Para un perro, TODO son
cosas que se muerden. No distingue entre tu ropa, el mando de la tele, una
piedra, zapatos, su juguete, el marco de la puerta, la rama de un árbol, tu
móvil, una bolsa de plástico,… todo sirve para jugar.
3ª. SIEMPRE se romperá o
estropeará algo. Por mucho empeño que pongamos algo se romperá. Es igual que
con un bebé, crecerá y conforme empieza a andar y a moverse algunas cosas de
casa "acaban mal". Debemos aceptarlo.
El panorama parece desolador con estas premisas. Pero no os preocupéis,
podemos modelar el comportamiento de nuestro perro hasta conseguir que los
"accidentes" prácticamente desaparezcan. Se trata de unir paciencia,
constancia y un buen método.
Castigando no conseguiremos nada bueno. Castigar cuando no los pillamos in fraganti es lo peor que se puede hacer, vuelves loco al animal y te acaba teniendo miedo. No sabe por qué le viene la regañina. Pero incluso pillado in fraganti no está claro que el cachorro asocie el castigo al mordisqueo y aprenda algo. O sí, aprende a no hacerlo delante tuya, así que esperará a que te vayas para jugar. No ha aprendido con qué debe jugar sino a evitarte. ¿Realmente quieres este tipo de relación con tu perro?
Mejor, educar en positivo:
Lo primero de todo es acondicionar la casa para minimizar los
problemas. Durante el periodo de aprendizaje del cachorro debemos quitar de su
alcance los objetos de más valor y todos aquellos sensibles de romperse. No
dejes el mando en esa mesita bajita del salón, guarda los zapatos nuevos en su
armario, cuidado con las figuritas decorativas, etc. etc. etc.
Evita errores: Al cachorro no hay que dejarlo solo y debemos guiar sus ganas
de morder hacia sus juguetes. Él sólo quiere jugar, morderá lo que le pongas
delante. Será mucho más fácil para todos si enseñamos al cachorro desde el primer
día qué se puede morder. Porque si le dejamos que se "equivoque" y muerda
lo que quiera luego tendremos que deshacer lo aprendido.
Si hay que dejarlo solo que sea en una habitación o lugar
acondicionado especialmente para él. Si no, debe haber alguien siempre cerca.
Como con un niño, ¿alguien deja a un niño de 1 añito solo por la casa? ¿Y por
qué sí a un cachorrito?
Tal vez fue aquí donde empezó el idilio de Gus con la pelota. |
Juguetes: El cachorro debe tener juguetes variados a su disposición.
Una pelota, uno que haga ruido cuando lo muerde, una cuerda con nudos, uno de
cartílago seco o similar,… no menos de 4 ó 5 juguetes. Pero, como ya hemos
comentado, al principio, no los diferencia de tu mando a distancia. Son todo
cosas que se muerden.
Así que se trata de hacer que el cachorro prefiera morder esos
juguetes. ¿Cómo? Rodeándolos de un misterioso
halo de satisfacción.
- Podemos restregar cortezas de queso o la piel del embutido en sus juguetes. Esto no mancha y sin embargo el perro lo percibe rápidamente. Es más agradable morder algo que huele a salchichón.
- Podemos restregar cortezas de queso o la piel del embutido en sus juguetes. Esto no mancha y sin embargo el perro lo percibe rápidamente. Es más agradable morder algo que huele a salchichón.
- Pero hay otro punto más importante aún, y es jugar con ellos y esos
juguetes. Para un perro, tan gratificante como comer es relacionarse con las
personas con las que conviven (a nosotros también nos pasa). Dediquemos unos
minutos a jugar con los juguetes y el cachorro. Siempre que veamos que ELIJE jugar con uno de sus juguetes vayamos donde esté y dediquemos unos minutos a jugar con él.
- También es muy bueno darle premios
(golosina canina) cada vez que los vemos jugando con sus juguetes. Un rato de juego aderezado por unos trocitos de queso es la mejor manera de crar una asociación positiva en torno a ese juguete.
De repente, sus juguetes huelen a comida y les recuerdan que tú juegas
con ellos y te acercas a darles premios. Yo creo que por sus cabezas pasará algo así como: ¡¡¡estos juguetes son mágicos!!!
La próxima vez que quieran jugar y tengan
en un mismo campo de visión su cuerda y tu zapatilla, lo tendrán muy claro.
En el caso que el perro ya esté mordiendo algo inapropiado lo mejor es darle la menor importancia posible. Si nos tiramos hacia él como salvajes podemos asustarle y crear una situación desagradable. O todo lo contrario, que le guste el jolgorio que se ha formado, os toree un rato y la próxima vez que quiera jugar con vosotros vaya directamente a por el objeto en cuestión (¡Vaya! Le habríais señalado ese objeto como apetecible para jugar, justo lo contrario de lo que queréis).
No obstante distingo 3 situaciones:
- Si es algo tóxico para el animal o un billete de 500€: quítaselo sí o sí, y procura tener más cuidado la próxima vez.
- Si es algo sin importancia: deja que juegue, que lo explore y rompa, no le pongas atención, incluso vete de la habitación. En lo sucesivo anticipa y sigue las indicaciones de esta entrada.
- Si es algo que preferirías quitarle (aunque no es pernicioso ni especialmente valioso): Puedes llamar su atención indirectamente (cogiendo su juguete favorito, tirando trocitos de salchicha al suelo,...) El quid de la cuestión es que no vea intención de quitarle lo que está mordiendo. Simplemente desplazas su atención. Lo normal es que si lo hacemos bien, suelte lo que tenga y cambie de objetivo sin más consecuencias.
Especial mención quiero hacer a los juguetes tipo Kong (marca registrada
a la que invito a subvencionar este blog).
Recomiendo el uso de este tipo de juguetes.
Lux quedó satisfecho y cansado después de dedicar un buen rato a sacar hasta el último grano de pienso de su juguete. |
Comentarios
Publicar un comentario