¿Es subirse al sofá o a la cama un problema de comportamiento canino? En muchas casas no. Mucha gente está encantada con que su perro vea la tele o se eche la siesta con ellos. Y me parece bien.
Esta entrada va para todas aquellas casas en las que no gusta esta costumbre.
¿Cómo empieza? Como siempre, el propietario es el que favorece este comportamiento. El cachorro es un encanto, pequeñito y peludín, así que todos lo suben en su regazo para acariciarlo, mimarlo y masajearlo concienzudamente. Después de esta sesión de spa, el cachorrito se duerme tranquilito. Cuando despierta recibe otra sesión esta vez de juego alegre y divertido. Y todo esto en el sofá o en la cama.
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¿Hace falta explicar por qué el cachorro está deseando subirse? |
Nosotros le marcamos al perro el lugar ideal para echarse.
Además de ser unos sitios muy cómodos, donde nosotros mismos pasamos mucho tiempo (dejando nuestro olor), hacemos que el sofá o nuestra cama sean lugares de recuerdo agradable para ellos.
¿Cómo prevenir esta costumbre?
Prevenir es muy sencillo, mucho más que corregir un comportamiento.
Como explicaba anteriormente, al cachorro le encanta el sofá y la cama porque
nosotros le damos muchas cosas buenas ahí (comodidad, caricias, juego,…). Pero si nos pasáramos el rato dándole pinchacitos
con un alfiler ¿creéis que se dejarían subir fácilmente? ¿Creéis que elegirían
el sofá para dormir?
Por supuesto no se trata de eso, sino de cumplir estos 2 puntos:
1. No volver a subirlo nunca más al sofá o la cama, haciendo que ya no haya asociaciones positivas en estos sitios.
2. Hacer agradable otro lugar, el que
escojamos para él, asociándolo a eventos y situaciones positivas.
Mejor una más grande. |
Así, debemos hacernos de una camita. Mi recomendación es que sea lo suficientemente amplia como para que quepa el animal con las patas extendidas. Muchas veces basta con una toalla vieja o un trozo de sábana.
Siempre que el cachorrito vaya a su camita voluntariamente acerquémonos y démosle un premio. También podemos llevarle nosotros hasta su camita mostrándole unos premios y dárselos cuando lleguemos. Juguemos a ratos con él en su cama, dejémosle sus juguetes rellenos de comida ahí.
Esta camita es estupenda, cómoda, amplia y con un juguete lleno de comida ¿Se puede pedir más? |
Incluso recomiendo sentarse junto al perro
cuando esté en su camita, sin jugar ni acariciarlo, simplemente dándole
compañía. El cachorro lo recibirá como un gran regalo.
En el caso de un adulto que ya tiene la costumbre y queremos quitársela,
debemos ser pacientes. Nos costará un poco más de tiempo hacerle ver que a
partir de ahora todas las cosas buenas ocurren en su camita, pero acabará por
entenderlo.
A la hora de bajarlo, nada de brusquedades, gritos ni aspavientos. Probad tirando golosina canina convenientemente
junto al sofá o manoseando su juguete preferido de forma "casual" junto a él. Ambas son técnicas muy efectivas para conseguir nuestro objetivo. Una vez ha bajado, es fácil guiarle hasta su
camita como hacíamos con los cachorros.
En este punto enseñarle el "a tu cama" dentro de un protocolo de adiestramiento básico aplicado nos será también muy útil.
Para perros que se suben cuando quedan solos sirve de gran ayuda colocar objetos que impidan el acceso al sofá. Unas cajas de cartón, las sillas del salón, cualquier cosa sirve para hacer inaccesible e incómodo el sofá. Esta medida es evidentemente provisional, mientras hacemos más apetecible su camita.
En caso de subirse a nuestra cama también es oportuno cerrar la puerta de la habitación correspondiente.
**Echar por la fuerza a tu perro del sofá o la cama (gritando malhumorado, cogiéndole del cuello o la correa, etc) hará que te tenga miedo y que deje de confiar en ti. En algunos perros el salto al gruñido y el mordisco se acabará produciendo.
**Entonces algún lumbrera te dirá que tu perro es dominante porque protege el sofá...
Dejo aquí, para finalizar, una retahíla de perros muy a gusto en sus camitas:
En este punto enseñarle el "a tu cama" dentro de un protocolo de adiestramiento básico aplicado nos será también muy útil.
Para perros que se suben cuando quedan solos sirve de gran ayuda colocar objetos que impidan el acceso al sofá. Unas cajas de cartón, las sillas del salón, cualquier cosa sirve para hacer inaccesible e incómodo el sofá. Esta medida es evidentemente provisional, mientras hacemos más apetecible su camita.
En caso de subirse a nuestra cama también es oportuno cerrar la puerta de la habitación correspondiente.
**Echar por la fuerza a tu perro del sofá o la cama (gritando malhumorado, cogiéndole del cuello o la correa, etc) hará que te tenga miedo y que deje de confiar en ti. En algunos perros el salto al gruñido y el mordisco se acabará produciendo.
**Entonces algún lumbrera te dirá que tu perro es dominante porque protege el sofá...
Dejo aquí, para finalizar, una retahíla de perros muy a gusto en sus camitas:
Es fácil diferenciar las imágenes tomadas en invierno de las de verano ¿eh?
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