Los perros vienen sin libro de instrucciones. La inmensa mayoría
de los problemas que causan son evitables. Si se producen es por un mal manejo
del dueño. Así de claro.
Por eso educar a un perro debe tomarse como una prioridad. Y solo puede
conseguirse aprendiendo unas bases de educación canina. Confiar en lo que me
cuenta el vecino o lo que vi por la tele no suele ser la mejor opción.
También el perro debe aprender unos comportamientos básicos que nos permitan controlar su conducta. De ahí la conveniencia de adiestrarlos. Hoy hablaremos sobre ello.
El adiestramiento canino moderno tiene una serie de beneficios que lo convierten en un componente esencial de la educación en positivo.
1. Mejora la relación entre perro y amo: El contexto del aprendizaje es divertido y está lleno de recompensas. El perro disfruta del entrenamiento y, por tanto, de la interacción con su dueño. Por su parte, el dueño aprende a comunicarse con su perro, a enseñarle cosas, a entender sus motivaciones. Y también se divierte.
2. Se produce una gran estimulación mental: El perro debe pensar para responder adecuadamente. Esto activa su cerebro cognitivo, es decir, el que se encarga de gestionar las situaciones adecuadamente. Le estamos dando al perro habilidades para desenvolverse en un mundo cambiante y lleno de estímulos como el nuestro.
3. También hay estimulación física: la simple repetición de los ejercicios la provoca. Y qué decir de los deportes caninos y otras actividades similares (agility, freestyle,…) que, basadas en el adiestramiento, resultan una actividad física excelente.
4. Nos ofrece la manera de comunicarle a nuestro perro, en un “idioma” sencillo y comprensible, lo que queremos que haga en una situación concreta. Podemos aplicarlo en su educación.
ADIESTRAMIENTO APLICADO
Por engorroso y aburrido que nos resultara estudiar matemáticas en el cole, todos estaremos de acuerdo que es una herramienta muy útil en nuestro día a día. Sumamos, restamos, multiplicamos y dividimos constantemente sin apenas ser conscientes de ello.
No se trató de un aprendizaje vacío, tenía el objetivo de darnos una herramienta para desenvolvernos en el futuro.
De la misma manera podemos utilizar el adiestramiento. No debemos dejarlo para el momento del paseo o para presumir cuando tenemos visita. Adiestrar a nuestros perros nos brinda un instrumento ideal para conseguir que sus comportamientos se adecúen a nuestros deseos y circunstancias.
Un perro con un buen adiestramiento, y no me refiero al que prepara para concursos, sino simplemente al que se realiza en casa de forma seria y responsable, nos permite un control estupendo de su conducta. La mayoría de los problemas que dan en casa se solucionarían si nuestros perros obedecieran señales tan sencillas como “siéntate”, “quieto”, “a tu cama”, “ven”.
“UN TROCITO DE SALCHICHA VALE MÁS QUE MIL PALABRAS”
Y por supuesto es mejor que un grito, un palo o un tirón de correa si de lo que se trata es de enseñar algo a un perro. Está más que demostrado que un perro (o un gato, una oveja, un mirlo acuático, un humano, un oso panda, un alce, un desmán de los Pirineos, un ornitorrinco,…) aprende mucho mejor y más rápido en un contexto positivo.
La inminencia del castigo ante un comportamiento “equivocado” provoca animales tímidos, inseguros, con poca propensión a probar nuevos comportamientos. Actuando así, nos estamos cargando todos los beneficios de los que hablaba al principio:
1. ¿Cómo mejoraremos la relación con nuestro perro si en las sesiones de trabajo teme nuestras reacciones?
2. ¿Estimulación mental? Un cerebro estresado no aprende, no es libre, se centra en evitar el castigo.
3. Ejercicio sí que hace: Intentos de morder y salir huyendo.
4. ¿Educación en casa? Perpetuamos el malestar del perro, cada orden le recuerda que hay castigo si no lo hace bien.
El adiestramiento canino actual se basa en el refuerzo positivo. Primero debemos conseguir que haga lo que queremos y después le premiamos por ello. No es especialmente complicado pero requiere paciencia y constancia, y tiene unas normas y unos truquillos que tendremos que conocer si queremos tener éxito en nuestro empeño.
Mi recomendación es consultar a un profesional que os asesore convenientemente. Por supuesto, que trabaje en positivo, es decir, sin castigar ni intimidar al animal, y que en las clases permita que estéis presentes los dueños. Al profesional no le va a resultar difícil adiestrarlo, pero vosotros debéis aprender la técnica para poder mantener lo aprendido por el perro. Un adiestramiento que no se practica se acaba olvidando, ¿recordáis cómo se dividía con decimales? Yo no.
Comentarios
Publicar un comentario